Las Termas de Diocleciano, son uno de los monumentos de Roma más visitados durante la vacaciones de los turistas en la capital italiana, ya que fueron el mayor balneario de la Antigua Roma.
Se calcula que este complejo de baños termales tenía capacidad para dar cabida a unas 3.000 personas y forma parte de los monumentos para visitar en Roma imprescindibles a conocer.
Monumentos de Roma, las Termas de Diocleciano
Las Termas de Diocleciano se construyeron del 298 al 305 d.C., por orden del emperador Diocleciano en la parte alta de la ciudad, entre las colinas del Viminal y del Quirinal. Actualmente parte de este espacio lo ocupa la Plaza de la República, otra de las visitas obligadas en Roma, sobre todo de noche por su belleza e iluminación. Para poder construir las termas, fue necesario destruir todo un barrio al completo y levantar un nuevo acueducto para alimentar todas las fuentes y piscinas del balneario.
Los trabajos fueron llevados a cabo por miles de cristianos condenados a trabajos forzados, en honor de los que el papa Pío IV mandó construir la iglesia de Santa María de los Ángeles en el s. XVI. Las Termas de Diocleciano fueron usadas hasta la llegada de los godos en 537 y ocupaban un total de 14 hectáreas y tenían una estructura muy similar a las Termas de Caracalla, otro de los lugares que visitar en Roma si quieres conocer su historia.
Las termas se construyeron con ladrillo revestido de mármol y de estuco para destacar la belleza de los mosaicos del suelo. Estaban orientadas hacia el sudoeste para que la energía solar calentase la zona caliente del complejo sin afectar la temperatura de las piscinas frías. En el s. XIX la cisterna que acumulaba el agua de las termas, conocida como “Botte di Termini” fue destruida para dar lugar a la primera estación de tren de Roma, la estación de Termini, punto actual de llegada de miles de turistas al día y sede de muchos de los hoteles en Roma centricos.
Parte de las termas se ha conservado porque varias partes de ellas sirvieron como base a algunas iglesias y otras al Museo Nacional Romano, pero la mayor parte ha desaparecido y a lo largo de las diferentes etapas históricas han sufrido varios saqueos. Actualmente, en la Iglesia de Santa María de los Ángeles, se pueden ver algunos de los espacios originales de las termas y hacerse una idea de lo enormes que eran. También en el Museo Nacional se pueden admirar otros ambientes del conjunto termal.
Las Termas de Diocleciano, pese a su actual estado de conservación es uno de los lugares que ver en Roma que no te puedes perder, dado su vertiente histórica y lo que representaban dentro de la sociedad romana antigua. Puedes encontrar en la oficina de turismo excursiones en Roma en español en las que se encuentra la visita a estas termas o las de Caracalla.
Si vas estar de vacaciones en Roma, a continuación te indicamos algunos articulos anteriores que pueden ser de tu interés: